El autor hace una crítica de nosotros, los homo sapiens, y nuestra capacidad de estropear todo a nuestro alrededor. Esta postura negativa hacia la existencia del ser humano y de que todo lo que tocamos, se rompe. Me hace gracia esta actitud, ya que suele aparecer mayoritariamente (por no decir casi el 100%) en una situación de malestar mundial, ya sea político, socio-económico o laboral.
Siempre están los que se quejan de que España va mal, el mundo se encuentra en la bancarrota, la humanidad se auto-destruirá dentro de poco... Decidme que peco de optimista, pero no creo que vayan las cosas tan mal.
Es cierto que hay mucha hambre y pobreza en el tercer mundo, y que perviven conflictos entre naciones (ahora mismo en Ucrania la que se está liando), que hay paro y otras maldades. Pero, si echamos la vista atrás, ¿de verdad están las cosas peor que hace, por ejemplo, 100 años?
En aquellos tiempos, los conflictos eran de todos tipos, ya sean entre naciones (fuera de casa) o guerras civiles (en tu misma casa), cuestiones raciales, en cualquier parte había pobreza y hambre, la mayoría de la gente no estudiaba, las clases altas les daba completamente igual las clases obreras... ¿En qué hemos empeorado? ¿En medio ambiente? Con todo el trabajo que se gastan los ecologistas y la ciencia para mejorarlo, yo no veo ningún aspecto peor que antes. Es más, vamos mejorando generación a generación. Y así seguirá hasta que nos extingamos, pero por causas naturales, no por nosotros mismos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario