lunes, 5 de mayo de 2014

El estigma

El problema del que habla el autor es ni más ni menos que la tolerancia y la ignorancia. En la época del VIH, con gente muriendo a velocidades inimaginables, estar contagiado significaba lo peor. Y entre lo peor se encontraba el rechazo. El rechazo de todo el mundo. No porque no se supieran las maneras de contagiarse, sino por el simple miedo que puede provocar un "por si acaso no me acerco". ¡Conoces las vías de infección! ¿Cómo que por si acaso? Eso es un claro ejemplo del miedo humano a lo desconocido, incluso a lo descubierto recientemente.
Otro ejemplo de ignorancia clínica fue el extraño caso y epidemia de la gripe A. Nadie supo de dónde había salido, ni porqué. Sólo se sabía que era extremadamente peligroso y había que estar vacunado lo más rápido posible. La gente enloqueció, aparecía en todos los telediarios, y no se hablaba de otra cosa. A los pocos meses (no sé si llegó a durar un año) se fue tal como vino. ¿Qué había ocurrido? Nadie lo sabe, excepto las farmacéuticas, que ganaron grandes cantidades de dinero gracias a vacunas, mascarillas, etc. (sospechoso...) Yo ni siquiera me vacuné y no la contraje. Muy peligrosa no podía ser.
Antes de hablar y preocuparse por algo inocuo, primero deberíamos informarnos debidamente del tema y entonces darnos cuenta de que no existe ningún problema... o que el problema es mayor de lo que se esperaba.

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