martes, 6 de mayo de 2014

Hoteles ahuyentadores

El autor relata alguna de sus vivencias en hoteles sumamente extraños y vanguardistas. No sabía que la modernidad estaba relacionada con la incomodidad.
Está claro que renovarse y crear cosas nuevas o diferentes formas de ver otras ya creadas con anterioridad es bueno para no quedarse anclados en el pasado, pero eso no significa que haya que crear cosas realmente estúpidas. No solo para hoteles, sino también la famosa y "maravillosa" teletienda. La cadena de televisión donde puedes comprar los objetos más raros e inservibles que puedas imaginar. "Si quieres un rascador de espalda automático, no dudes en llamar al 555-555-555". Evidentemente, no tengo ninguna necesidad en comprar un utensilio que hace lo que yo con mis propias manos.
Habrá gente que le fascinen estos inventos o "mejoras", pero a mí no. Si hay que inventar algo, mi opinión es que se haga algo útil, algo que a nivel global pueda hacer la vida de las personas mejor de manera significativa, pero que además no choque demasiado con nuestro día a día ni con nuestra manera de hacer las cosas; en definitiva, no crear algo incómodo.
Grandes inventos son los que marcan la diferencia. Pueden ser recordados por haber inventado una vertiente del teléfono, y quedar así grabado en los anales de la historia, o puedes inventar el rascador, y vagar en el olvido de los trastos viejos e inútiles.

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