lunes, 27 de enero de 2014

Carácter y destino

Al igual que el autor, yo también soy un fanático de las series, pero hoy en día, ¿quién no lo es? Teniendo desde series de humor hasta series trepidantes con personajes memorables, son el nuevo sustituto de las películas. Antes, en tiempos primerizos de la televisión, habiendo sólo dos canales en donde elegir, no había mucho empeño en conseguir un buen plantel de actores o directores y lograr resultados dignos de Hollywood.
Con el poco dinero del que disponían, se las ingeniaban para que todo el mundo se quedara pegado al televisor hasta que acabara. Eso significaba que contaban con protagonistas con fuerza o, como bien dice Fernando Savater, personajes de carácter y destino.
Si bien por aquella época no se llegaba al nivel de las superproducciones de películas, hoy en día se está realizando gracias al dinero, esfuerzo y plantel que se destinan a las series de televisión, ya no consideradas un subproducto de su hermana mayor, sino como un ente independiente que, en ocasiones, traslada esos actores y directores que han logrado poco éxito o,  digamos, que han pasado desapercibidos en la gran pantalla y les dan la importancia que se merecen como protagonistas o actores secundarios con gran peso en la pantalla, o guionistas de la serie del momento.
O a la inversa, cuando los personajes han alcanzado un reconocimiento considerable y saltan al cine, como lanzamiento de su carrera artística; pero con las series también se consigue ese estrellato, aunque esté infravalorado. Tarde o temprano, lograrán una importancia equiparable a las películas, siendo las dos queridas y odiadas a partes iguales.

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